Nuestro primer llamado es a la VIDA, y se convierte en acción desde el verbo VIVIR; movimiento que se torna de muchos colores cuando lo conjugamos con nuestra historia, relaciones interpersonales, nuestra experiencia de encuentro con Dios, los acontecimientos del día a día. VIVIR es un desafío hoy en día, puesto que en cada momento nos encontramos con personas que sólo responden a un cierto “sobrevivir”, sin tener una proyección de VIDA, conformándose con sólo saciar sus necesidades más básicas y momentáneas.
Se puede decir que VIVIR es toda una VOCACIÓN, donde cada persona tiene plena libertad de optar sobre la “manera” de conjugar este verbo de vida para darle sentido a su proyecto como persona.
En un clima de escucha y de dejarnos tocar por la experiencia del otro/a, respondamos estas preguntas de forma personal y luego de unos cinco a ocho minutos compartimos en pequeños grupos:
1. ¿Qué significa, para mí, VIVIR?...
2. ¿Cuál crees tú que es el motivo por el que se puede pasar del VIVIR al SOBREVIVIR?
3. ¿Qué actitud de vida crees que debemos fomentar para crecer y conjugar el VIVIR?
Veamos qué nos dice Luís María Baudouin, en este escrito, sobre algunas actitudes que hemos de cultivar para conjugar este verbo de vida, desde nuestra propia vida y en relación con los demás.
Luçon, 17 de mayo de 1827. (adaptación)
Continúen muy unid@s, hij@s mí@s: ¡Qué alegría pensar que Jesús nos ama y está en medio de nosotr@s! Tal sucede, siempre que un grupo humano está unido en el Señor.
He aquí un nuevo instrumento de música de 18 cuerdas. Hacen falta 18 músicos para tocarlo, cada cual con su cuerda, y si todos tocan bien su cuerda, en tiempo y lugar debidos, el concierto es totalmente angelical.
He aquí los nombres de las cuerdas:
Fe Espíritu pacífico Obediencia
Esperanza Benignidad Sobriedad
Humildad Arrepentimiento Entrega
Mansedumbre Misericordia Prudencia
Paciencia Pobreza Pureza de intención Soporte Capacidad de amar Justicia
La benignidad es la bondad amable y la bondad es la generosidad que todo lo otorga, y cuando concuerda con la amabilidad se llama benignidad.
Reglas de música para el instrumento de 18 cuerdas:
1ª Regla. Ponen ustedes el nombre de cada una de las cuerdas en papelitos, y cada un@ saca a la suerte su cuerda.
2ª Regla. Cada cual estudia bien su cuerda, para conocer su sonido e intensidad.
3ª Regla. No descuidar nunca el tiempo y la ocasión de tocar su cuerda con alegría y habilidad.
4ª Regla. Hay que estudiar y recordar la lección todas las mañanas al levantarse.
Bastan estas cuatro reglas. Conocí a una joven música que tocaba maravillosamente su cuerda. Para recrearme le dije: “Toque las demás cuerdas”. “¡Oh, padre! No podré, pero por su palabra voy a ver si las toco”. Tocó las otras 17 tan perfectamente como la suya propia. Sí, cuando se sabe tocar bien una, se tocan con igual facilidad todas las demás.
Toquen ahora y se podrá cantar. Qué mi santo ángel las bendiga y les enseñe música.”
En un clima de confianza, compartamos abiertamente qué mensaje nos queda de las palabras de Luís María Baudouin y que contribuyen fuertemente a la acción de conjugar el verbo VIVIR en nuestro Hoy y Aquí.
Vamos a llevar a la acción esta carta del Padre Baudouin, haciendo los papelitos con el nombre de las cuerdas, las sorteamos entre los integrantes del grupo y vemos en un pequeño tiempo personal, cómo puedo practicar en mi vida esta cuerda, en mi comunidad de vida, en el grupo, en el trabajo o estudio, donde esté… en mi familia, etc. Y luego, lo expresamos en grupos de a dos o tres personas.
Tiempo de Adoración y acción de Gracia…
“Yo soy el camino, la verdad y la VIDA” (Jn. 14, 6), ha este Jesús Verbo Encarnado, al Hijo Amado del Padre le damos gracias, por todas las posibilidades que coloca en nuestro camino para conjugar el VIVIR, desde los momentos felices y tristes, con nuestras capacidades y limitaciones, fortalezas y debilidades… así, como somos y como soñamos ser, con todo ello, le ADORAMOS… y ¿qué significa ADORAR?... es simplemente dar gracias y expresar nuestro amor desde el corazón, con las personas, acontecimientos y esperanzas, que nos reflejan la presencia viva del Dios de la Vida con toda su grandeza, ese Dios que se hace pequeño en Jesús Niño y que se une a la humanidad en María, Adoramos el milagro del abajamiento del amor del Verbo Encarnado.
“el Verbo se hizo Carne… y vive entre nosotr@s”
Oremos juntos con el siguiente salmo:
Salmo para dar vida….
Entrega, Señor, entrega
para “dar la vida” desde la vida, la de cada día.
Infúndenos, Señor,
el deseo de darnos y entregarnos,
de dejar la vida en el servicio a los débiles.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu reino, ayúdanos a
poner la tienda en medio de los hombres
para llevarles el tesoro de tu amor que salva.
Haznos, Señor, dóciles a tu Espíritu
para ser conducidos a dar
La vida desde la cruz,
desde la vida que brota
cuando el grano muere en el surco.
Señor, dame la valentía
de arriesgar la vida por ti, el gozo desbordante
de gastarme en tu servicio.
Dame, Señor, alas para volar y pies para caminar
al paso de los hombres.